lunes, 11 de octubre de 2010

Autoayuda ... :)

¿ Como quererse a uno mismo ?
En estos momentos que piensa de usted mismo ? Deje atras esa actitud negativa que siente por usted cambiando estos pensamientos va a mejorar su relacion con los demas i con el mundo .

En nuestra infancia vamos registrando diferentes situaciones, comportamientos, acciones, que vamos programando y encausando hacia aspectos negativos de si mismo, empezamos a autocriticarnos , distinguiendo defectos, convicciones, falta de cualidades y habilidades, comportamientos, sentimientos, entre otras cosas. Estos puntos negativos que marcamos desde pequeños, nos acompañan a lo largo de nuestras vidas y comienzan a manifestarse en tristeza, depresion , ansiedad , temor o inquietud .

Malos pensamientos y sentimientos

Todos estos malos pensamientos y sentimientos que tenemos hacia nosotros se reflejan en nuestra corporalidad y actitud sin darnos cuenta, pero lamentablemente el resto de las personas lo perciben y de la misma manera en que nos maltratamos, ellos nos maltratan y de igual forma si no nos amamos no seremos amados.

La mejor manera de lograr tranquilidad y paz consigo mismo es dar el primer paso, tomando conciencia de que no somos buenos ni somos malos .
"somos lo que somos y lo que estamos siendo" .

Si existe algo que no nos satisface de nosotros mismos o algo personal que no nos agrada, en lugar de reprochárnoslo y de humillarnos, debemos de forma progresiva trabajar para cambiarla o mejorarla, recuerde que podemos ser lo que queramos, no lo que fuimos, hacer cosas buenas por nosotros es más fácil y agradable que estar luchando y gastando energías poniéndonos en contra de nosotros mismos.
Emplee sus fuerzas para hacer brillar todas las cosas buenas y cualidades que posee, ámese, quiérase y deje que los demás hagan su parte

lunes, 4 de octubre de 2010

Adolescencia y toxicomanía

El consumo de drogas se ha convertido en los últimos años en un tema de máxima preocupación. No se trata, sin embargo, de un hecho nuevo, dado que la utilización de este tipo de sustancias constituye, desde tiempos remotos, una práctica culturalmente aceptada en numerosos pueblos.
La gravedad de la situación actual se debe a que el uso de drogas ha adquirido características totalmente nuevas, tanto en lo que se refiere a la poblaciónafectada como al tipo de la variedad de los pro ductos utilizados. En cuanto a su difusión, se observa cómo el hábito de drogarse se ha extendido a sectores más amplios de la población, y de forma muy especial a la juventud. En España, según datos del CIDUR, el 34% de los jóvenes entre 12 y 24 años probó alguna droga; el 18% la consume habitualmente. (Este estudio, realizado en 1979, se refiere a drogas social y legalmente inaceptadas —no se incluye el alcohol—, y los datos mencionados corresponden a drogas blandas y duras conjuntamente.)
La relación entre toxicomanía y adolescencia no es meramente estadística; las particularidades psicológicas de este período de la vida hacen del adolescente un ser no sólo más proclive a la adicción, sino también más vulnerable a los efectos de ésta en el desarrollo de la personalidad. Antes de abordar este problema es conveniente hacer mención de algunos conceptos generales de la toxicomanía.
Existe cierta confusión en el uso del término fármaco o droga, ya que designa, a la vez, sustancias con valor terapéutico y aquellas otras que no lo tienen. El problema estriba en el hecho de que muchas sustancias pueden tener función terapéutica, en determinados casos, a dosis adecuadas, y producir efectos tóxicos cuando su uso es indebido. La OMS define fármaco o droga como toda sustancia que, introducida en el organismo, puede modificar una o más funciones de éste. En los fenómenos de toxicomanía estarían involucradas sustancias definidas como drogas causantes de dependencia. La dependencia respecto a una droga puede ser física, psíquica o de ambos tipos. Se ha pretendido distinguirlas mediante dos términos: toxicomanía, reservado para la dependencia física, y habituación para la psíquica. La OMS recomienda usar fármaco-dependencia como término general que caracterizaría la presencia de modificaciones del comportamiento y otras teaccibnes, que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar el fármaco de forma continua o periódica. La dependencia puede acompañarse de tolerancia, que es la necesidad de aumentar progresivamente las dosis de una droga para obtener los mismos efectos farmacológicos. Determinadas drogas producen, al suspender bruscamente su administración, el llamado síndrome de abstinencia, que consiste en una serie de síntomas psíquicos y físicos característicos de cada tipo de sustancia, pudiendo alcanzar en algunos casos extrema gravedad.
Se han realizado numerosas clasificaciones de las drogas atendiendo a diversos criterios, tales como su situación legal, su capacidad para producir dependencia o tolerancia, o su acción farmacológica. La OMS reconoce seis tipos: 1) morfina y opiáceos; 2) barbitúricos, alcohol y otros sedantes; 3)anfetaminas; 4) cocaína; 5) alucinógenos (LSD y similares); 6) cannabis (marihuana y haschis, entre otros).
Una droga tiene características propias que plantean diferentes tipos de adicción. Por otra parte, cada sujeto puede relacionarse con la droga mediante distintos grados de dependencia. Cada drogadicto es un caso particular; sin embargo, no puede dejarse de lado el contexto familiar y social que lo rodea, así como, en el caso del adolescente toxicómano, la singularidad del momento vital que atraviesa.

Adolescencia,delincuencia juvenil.

La delincuencia juvenil es, esencialmente, adolescente, porque se manifiestan en ella, de forma acentuada, la mayor parte de los problemas que se reactivan en esta etapa de la vida. Las crisis emocionales que se producen por los inevitables cambios corporales y psicológicos pueden llegar a crear serias alteraciones en el sentimiento de identidad y desencadenar trastornos de conducta que constituyen defensas contra estas crisis. La actitudpsicopática caracterizada por el comportamiento versátil, la falta de responsabilidad y la necesidad de satisfacción inmediata de todos sus deseos, sin soportar postergación, es una de las respuestas ante estas crisis, que se pueden transformar en actos delictivos. Los estados de confusión y los fenómenos de despersonalización, provocados por el desarrollo psicobiológico y aumentados cuando el grupo familiar y el social han fracasado en su rol de continente, se reflejan en la búsqueda desesperada por "instalarse" en un grupo que confiera cierta solidez a su tambaleante identidad. El grupo ofrece la ventaja de ser depositario de las ansiedades del joven; también puede proyectar en sus integrantes los aspectos más conflictivos y rechazados de su propia personalidad. En ciertos casos, los grupos podrán caracterizarse por ser una banda de homosexuales, de drogadictos, o eminentemente delictiva.
El adolescente que ya venga cargado con su predisposición antisocial, incrementada por la influencia de factores familiares y sociales adversos y una personalidad insegura, se incorporará a dichas bandas con la finalidad de encontrar un grupo de pertenencia que lo contenga y le confiera alguna forma de identidad, aunque se trate, de una "identidad negativa", para éstos jóvenes es preferible ser alguien perverso, indeseable a no ser nada.
Estos jóvenes son incapaces de instrumentar el pensamiento racional y de ponerlo al servicio de un planeamiento anticipatorio, con ausencia de previsión sobre la consecuencia de sus propios actos.
Estos muchachos utilizan el lenguaje verbal como técnica de inducción sobre las personas; son rápidos para percibir las debilidades de los demás y aprovecharlas en beneficio propio. En sus relaciones personales, tienden a cosificar los vínculos, tratando a quienes los rodean como instrumentos y objetos para sus fines. No pueden establecer lazos afectivos, y padecen grandes dificultades para amar y tener amigos. Tienden, por lo general, a lamentira y al engaño de forma crónica, así como a la provocación e intimidación de compañeros y extraños.
Suelen actuar como líderes psicopáticos de pandillas, sometiendo a los integrantes a sus mandatos y caprichos. Es frecuente que recurran a las fugas repetidas de casa, robo, vandalismo, al vagabundeo, y, en ocasiones, al abandono definitivo del hogar,
En definitiva, la típica conducta desaprensiva, y a veces delictiva, de estos jóvenes es el resultado de su imposibilidad de elaborar adecuadamente las vicisitudes de su propio crecimiento y las relaciones conflictivas con sus padres y con el ambiente social, vivido como amenazador y frustrante.

LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y LOS NIÑOS:


La educación emocional se desarrolla mejor durante la infancia, época en la cual, la información se aprende a través del ejemplo.

Durante este periodo crítico de aprendizaje, los niños establecen sus actitudes, pueden considerarse buenos o malos, hábiles o torpes, felices o infelices, etc. También en esta etapa, los niños adquieren hábitos emocionales que coinciden con la visión que tienen de ellos mismos, ser comportan siguiendo ciertas líneas y son tomados por los adultos como tales.

La mayor parte de modelos de conducta, se aprenden de los padres y las demás personas que rodean al niño, conllevando a un determinado tipo de conducta cuya duración dependerá del tratamiento que se le de. En el cual, si los padres son maduros e inteligentes emocionalmente, el niño recibirá mensajes positivos que le permitan entender las consecuencias de sus conductas y por qué estas son o no favorables ; en caso contrario, si se es inmaduro emocionalmente probablemente se recurra a métodos tales como los gritos o agresiones físicas para corregirlos.

Los niños se irán formando en la madurez emocional a medida que los padres la enseñen y la practiquen con ellos, teniendo en cuenta losa aspectos anteriormente mencionados, tales como abrir el corazón, evitar los juegos de poder (abusar de la autoridad, maltratarlos y manipularlos a través del miedo), ser sinceros, evitar el control excesivo (ser rígido), comprender los temores de los niños, alentar los recursos emocionalmente cultivados, enseñarles autodefensa emocional (decir lo que le gusta o desagrada – asertividad) y ser paciente.

Además, los padres deben tener siempre presente, que los niños aprenden poco a poco y que ellos son la principal fuente de información, es allí donde radica la importancia de formarse y educarse para poder adquirir una mejor madurez emocional, que les permita transmitir todo ello a sus hijos, habilidades que no sólo le servirán para desenvolverse en la escuela y tener amigos, sino para toda la vida

Madurez emocional en el desarrollo infantil: la importancia de los padres en el proceso


Durante mucho tiempo, el hombre a tratado de definir y aclarar un ideal de desarrollo, un ideal de madurez, visto en sus inicios como el cambio y la evolución física a la cual posteriormente se le anexarían otras cualidades y habilidades.

Surgen así diferentes conceptos y teorías que tratan de englobar las características de un ser humano funcionando óptimamente, el cual no sólo poseía destrezas físicas, sino también destrezas en otros niveles, que le permitirían vivir en sociedad y funcionar efectivamente en ella. Es así como surgen los conceptos de madurez e inteligencia emocional, partiendo de los modelos postulados, en un inicio por el humanismo renacentista, cuyo concepto de madurez se hallaba firmemente representado por una personalidad moderada, respetuosa, autocontrolada, modesta, sabia y libre de avaricia y afán de prestigio.

Posterior a ello, surge el concepto de autorrealizacoión, el cual parte del presupuesto de que el hombre lleva en su interior una inspiración a dirigirse hacia significados, valores y metas y a traspasar de este modo las fronteras existentes, lo cual equivale a una máxima realización de las potencialidades únicas e irrepetibles de la persona (Maslow, 1983)

Con el paso del tiempo y el incremento de la s investigaciones en un afán por aclarar estos conceptos, surgen teorías más elaboradas como la de Steiner (1998), quien señala que la educación emocional y por la tanto, la madurez emocional, están conformadas por 3 capacidades:

- La capacidad para comprender las emociones.

- La capacidad para expresarlas de una manera productiva y

- La capacidad para escuchar a los demás y sentir empatía respecto de sus emociones.

Estas 3 capacidades juntas, nos permiten mejorar nuestro desarrollo personal y calidad de vida conjuntamente con la manera de relacionarnos con otros, además crean posibilidades afectivas entre personas, hacen más cooperativo el trabajo y facilitan el sentimiento de comunidad.

Sin embargo, hoy en día es más probable encontrarnos con personas que sean en extremos sensibles y vulnerables o por el contrario, bastante rígidas e incluso hasta inflexibles, en el caso de las últimas, todo este esmero por evitar expresar y sentir emociones, podría tener su inicio en la infancia, cuando frente a situaciones dolorosas como el desinterés de nuestros padres, las burlas escolares y diversas tensiones emocionales, en los cuales se niega el afecto necesitado y sólo se proporciona para manipular nuestro comportamiento, en el cual se nos concede si somos "buenos" y se nos retira si somos "malos". Lo que nos va condicionando silenciosamente para ocultar lo que sentimos y deseamos.

Para Steiner, la madurez emocional está dada por una capacidad que nos permite actuar de manera inteligente ante situaciones que podrían depararnos gran tensión. Para ello, debemos adquirir las siguientes habilidades:

1. Conocer nuestros propios sentimientos: como lo pueden ser el amor, la vergüenza o el orgullo y explicar por qué es que se dan en cada uno de nosotros, buscado entender la intensidad que poseen categorizándolos por ejemplo en pequeñas escalas (como del 1 al 10).

2. Experimentar empatía: lo cual involucra reconocer los sentimientos que las demás personas, comprender por qué se sienten así; en resumen, sentir con los demás y experimentar con las emociones de los otros como si fueran nuestras

3. Aprender a manejar nuestras emociones: lo cual implica controlarlas y saber cuándo y cómo expresarlas y de qué manera afecta a los demás. Es necesario saber cómo formar nuestros sentimientos positivos como por ejemplo la esperanza, el amor y la alegría así como aprender la manera más adecuada de expresar nuestras emociones negativas tales como el enojo, el temor o la culpa de una manera inofensiva y productiva y cuando no debemos expresarlas.

4. Reparar el daño emocional: que conlleva a disculparse con otros cuando cometemos errores emocionales y herimos a otros

5. Combinarlo todo: ello implica una interactividad emocional que nos permite captar los sentimientos de quienes nos rodean y darnos cuenta de sus estados emocionales para interactuar con ellos de manera afectiva.

Todo ello se puede lograr a través de un entrenamiento, el cual consiste en 3 etapas.

Etapa uno: Abrir el corazón:

1.- Acariciar

2.- Pedir caricias

3.- Aceptar y rechazar caricias

4.- Acariciarnos a nosotros mismos

Etapa dos: Examinar el panorama emocional:

5.- Afirmaciones de acción/ sentimiento

6.- Aceptar las afirmaciones de acción/ sentimiento

7.- Expresar nuestras intuiciones.

8.- Convalidar nuestras intuiciones.

Etapa tres: Hacerse responsable:

9.- Disculparse por los errores.

10.- Aceptar o rechazar disculpas

11.- Pedir perdón

12.- Dar o negar el perdón.

Conforme han ido avanzando las investigaciones, también se ha formulado un concepto más elaborado, el de inteligencia emocional, siendo uno delos estudios más representativos el realizado por Bar – on, quien creó una escala para medir la inteligencia emocional basado en 5 componentes principales que a su vez se subdividen en 15:

A. Componentes intrapersonales:

1. Conocimiento emociona de sí mismo.

2. Seguridad.

3. Autoestima

4. Autorrealización

5. Independencia

B. Componentes interpersonales:

6. Relaciones interpersonales.

7. responsabilidad social

8. Empatía

C. Componentes de adaptabilidad:

9. Solución de problemas

10. Prueba de la realidad.

11. Flexibilidad

D. Componentes de manejo de tensión:

12. Tolerancia a la tensión

13. Control de impulsos

E. Componentes del estado de ánimo general:

14. Felicidad

15. Optimismo.

Todos ellos, desarrollados apropiadamente, garantizarían a la persona el éxito en las relaciones interpersonales, lo cual se vería extendido a otras áreas de su vida como la familiar y laboral.

Bar – on señala que en muchos casos, resulta más importante una inteligencia emocional alta que un coeficiente intelectual alto, ya sea para desarrollarse adecuadamente dentro de un ambiente laboral, así como para tomar importantes decisiones en la vida como la elección una pareja, entre otros.